lunes, 16 de febrero de 2009

Esa bomba que llevamos dentro...


Las relaciones humanas... que materia complicada...
Yo me considero una persona normal. Soy un poco irascible y exploto con moderada facilidad.
No me agarre a las trompadas muchas veces y también discutí poco. Generalmente cuando entablo una discución es porque estoy completamente seguro de que tengo razón, sino no lo hago.
Hoy, después de mucho tiempo, también debo confesarlo, vi como dos personas se agredían. En realidad ví como una persona agredía a otra, porque una de ellas no opuso resistencia y se dejó tomar por el cuello, empujar y hasta recibir algún que otro golpe en el rostro.
Es feo. No es divertido. Me encanta el boxeo, pero esa es otra historia.
Creo que los gladiadores tienen que combatir en la arena y solo por deporte, no por roces o rencores.
Luego de la fuerte discución manchada con algunas agresiones físicas, me interesé por saber que había ocasionado semejante reacción, y me enteré que, almenos en apariencia, tenía un"buen" fundamento.
Uno de los muchachos, el que no ofreció resistencia, le habría robado al otro que había sido su patrón tiempo atrás. Cuando su ex jefe lo encontró dentro de su local, -un cyber café-, el joven intentó escapar pero fue detenido de un empujón en la puerta misma del negocio.
Desde ahí todo fue gritos, insultos y como ya lo dije antes, golpes y empujones.
Raro, la conducta humana es rara.
Porqué la agresión? No era más fácil decirle?: "retirate por favor, vos sabés que no podés entrar aca"...
Supongo que sí, pero las relaciones humanas son así... los sentimientos afloran acorde al momento en el que se vive y la mayoría de las veces no tenemos la capacidad para controlarlos.
Hoy mismo vi por la tele un hombre que fue acompañado por dos policías a retirar algunas de sus pertenencias de la casa donde hasta hacía solo algunas semanas vivía junto a su mujer y su pequeña hija de seis años.
Desde la separación, aparentemente por malos tratos de parte del hombre, éste no pudo volver a ver a su hija y la madre de la nena ni siquiera los dejaba hablar por teléfono. El hombre quiso retomar el amor, pero ya era tarde, los golpes fueron borrando la sonrisa, el amor e incluso el respeto que la mujer podría sentir por él.
Al llegar a la casa se puso a llorar. Mientras guardaba las ropas en la valija, derramaba lágrimas de angustia que seguramente empaparon la cama en la que tantas noches materializaron al amor.
Uno de los policías se acercó al hombre para consolarlo sin imaginar que los segundos siguientes a ese acto de la más pura humanidad iban a marcarlo para el resto de su vida.
El desconsolado marido le arrebató el arma al efectivo y en milésimas de segundos se puso el revólver en la sien y se descerrajó un tiro que obligó a sus sesos a acompañar las lágimas que ya habían invadido la cama.
El pobre policía, más desconsolado que nunca, se abrazó a su compañero y se largó a llorar.
Cuando la ambulancia llegó al lugar ya no había más nada que hacer.
Raro, la conducta humana es rara.
Basta activar los cinco sentidos para darse cuenta que las relaciones humanas son raras.
Acostumbro a caminar por las noches. Me encanta la ciudad cuando todos duermen. Siento que es sólo mia y las únicas miradas que siento son las de los perros y los gatos callejeros... ha, y de la lechuza que me llama cada vez que paso por la cuadra donde habita.
Veo personas enamoradas besandose y tocandose de forma casi indecente. Veo parejas discutiendo contra algún árbol. Veo ancianos cansados de trabajar que llegan a su casa con cara de pocos amigos a dormir unas pocas horas para luego levantarse y volver al trabajo que no pueden abandonar porque no tendrían como subsistir.
A los pocos días veo a la pareja que se besaba descaradamente discutir contra un árbol, a los ancianos besarse de forma amena y compasiva y a la otra pareja que antes discutía llegar a su casa cansados y con caras de pocos amigos.
Raro, la conducta humana es rara.
Somos cambiantes, nos transofrmamos continuamente, nos adaptamos al día acorde a las horas que van pasando.
No controlamos nuestras emociones. El azar nos controla. 
Hoy estoy de buen humor y puedo decir que me encanta escribir estas boludeces que nadie lee. Mañana no sé. Talvéz me enoje porque nadie lee lo que escribo y directamente borre el blog mientras insulto y me seco el sudor que corre por mi frente.

"El destino baraja las cartas, nosotros las jugamos".
(Iósif -José- Stalin, político georgiano)




4 comentarios:

  1. Hola que halagador tu comentario en mi blog, muy bueno tu post gran tema el de las emociones sobre todos para los que explotamos en todo caso mejor explotar que tragarse todo eso si que es insano.
    www.gmanfull.blogspot.com

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  2. La conducta humana...
    Es verdad que hay mucha diversificación.
    También que cuando la gente está al límite afloran reacciones impensadas.
    Desgraciadamente he estado en contacto con varios casos de violencia doméstica, por diferentes motivos.
    Hay mucha irracionalidad en muchas de nuestras conductas, pero también hay una lógica que no siempre se advierte de afuera o por los mismos participantes.
    Parecés observador. Eso cualidad genera dudas, pero también el camino a las respuestas (que generan otars dudas).

    Felicitaciones por el blog

    PD: no leí ningún insulto ni crítioca indiscriminada, como se anunciaba en el primer posteo

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  3. Buenas tardes,

    primero quiero agradecer el comentario en mi blog... fue la sintesis de lo que siento.

    Segundo: no por halago sin sentido, muy buen texto, realmente la conducta humana, en este caso la violencia, el arrebato es visceral, es impensado, está latente... es esa bomba como bien describe el titulo.


    Besos... nos seguiremos leyendo espero.

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  4. Hola! Aca otra lectora nueva del blog, otra yorugua. Dificil el tiempo en que uno esta recien o medio recien separado, a ratos parece una montaña rusa en la que uno sube y baja. Te sigo leyendo, saludos.

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